Dejando aparte la connotación negativa de la palabra" competición", y a aquellos que la utilizan de forma aprovechada o injusta, nos centramos en lo mejor que pueden obtener los niños y niñas: En la competición sana y la que dará como resultado la mejor versión que uno puede tener.
Los niños que practican deportes en los que compiten contra otros, aprenden en el camino una serie de valores que, forjarán su carácter y, bien enfocada la competición, puede resultarles una enseñanza de grandísimo valor.
Se enfrentan con la posibilidad de perder, son pocos los deportistas que ganan siempre y lo ganan todo, en general habrán de enfrentarse a la idea de que, por mucho que se han esforzado, no han logrado superar la prueba. Aprender a perder es un aprendizaje importante en la vida y cuya importancia se ha dejado de valorar en nuestra sociedad actual.
Por supuesto, han de aprender a superar la frustración ante la derrota, es en este momento cuando empiezan a desarrollar la habilidad para superar los obstáculos de la vida. En eso debemos ayudar los padres: no dar importancia a la pérdida y motivar al pequeño para seguir adelante para mejorar.
Competir en la FMD también es pertenecer a un equipo, hacer amigos y socializar con otros iguales.
Os dejamos unos videos de nuestros compañeras que han competido, en su mejor versión, para representar al colegio y a sus amigos!
